Enorme humanidad.
Energia desbordante.
Félix nos ofreció dos sesiones impresionantes. Por la tarde, fiesta de colores con triangulitos de color rosa. Animales singulares. Pingüinos a trozos
Rata-ratita-ratón Y besos, muchos besos. Entusiasmo general, la risa nos une más allá de las crisis.
La noche se tornó un pelín más crítica, metiénsose con los del interior, la educacion social, la guardia civil. No paró.De tres cuentos cortitos, pasó a cuatro que no tenían fin. Lo dicho, todavía me duelen las mandíbulas.
¡Proceda, proceda..! Don Félix, nuestro genio de la narración oral, y si descansa, que sea para renovar este torrente energético que nos enamora a todos y todas
¡ Y FELIZ LUNA, Don Félix!