Explosión de alegría en el centro Social del Espinar. Ayer por la tarde.
Pobriños de nosotros bajo el embruxo del acentiño del terruño. Nos hizo reír, a carcajadas, saltar, brincar, cantar, silbar..
Y ¡que público, el del Ocejón! Difícil de manejar por la disparidad de edades. Pero Celso lo supo llevar a su puerto con maestría.
Un gran bravo por esta 2ª sesión de la 12ª edición de los Cuenta-Cuentos del Ocejón.
Organizados por un puñado de vecinos del valle aficionados a la narración y a pasárselo bien juntos.
¡Que no decaiga! y que vuelva Celso cuando quiera, que aquí tiene su casa..